Según el diccionario Médico Teide en su segunda edición de año 1992, la Naturopatía es un sistema de Medicina que se basa en el uso de sustancias exclusivamente naturales más que de drogas, para el tratamiento de las enfermedades. Las hierbas, vegetales que crecen sin adición de fertilizantes artificiales y preparados sin preservantes o sustancias colorantes, el agua pura, la luz solar y el aire fresco, se emplean en un esfuerzo para desembarazar al cuerpo de sustancias “innaturales” que se cree son la raíz de numerosas enfermedades.
Se puede decir también que la Naturopatía es una técnica basada en las posibilidades de que el cuerpo posee para curarse a sí mismo. Por esto coincide en el enfoque de la Medicina Tradicional China y el Ayurveda. A esta capacidad se le ha llamado energía, Chi o “fuerza vital”.
Para ello, la Naturopatía ofrece un amplio abanico de posibilidades de tratamiento según la persona y su evolución, puesto que cada individuo es distinto y, en consecuencia, cada uno afronta una misma patología de un modo diferente. Tal como dijo Hipócrates en su famoso adagio “no existen enfermedades sino enfermos”, y es por eso que el tratamiento ha de ser personalizado y con la terapia más apropiada en cada momento.
La Naturopatia no persigue solo el tratamiento local y puntual de una enfermedad sino el tratamiento de fondo, es decir, busca las causas y el origen que han provocado la dolencia para sanarla y evitar que reaparezca. Actúa también como preventivo determinando las tendencias patológicas de la persona según su tipo constitucional y su patrón de comportamiento.
El término fue acuñado por el alemán Benedict Lust, significa terapia natural. Al parecer sus ideas estaban basadas en las de su compatriota Vincent Preissnitz y un dominico austriaco el padre Kneipp.
Nadie se ha inventado la Naturopatía de un día para otro. Es tan antigua como el hombre. Posiblemente sus primeros inicios tuvieron que ver con aplicaciones de barro sobre las heridas, cuerpos magullados y pieles lesionadas (Geoterapia), que posteriormente se alternarían con apósitos de plantas o su ingesta (Fitoterapia), baños de sol (Helioterapia), purgas de agua salada de mar (Lavativas) o simples baños marinos (Talasoterapia).
Es muy probable que todas estas prácticas en los principios tuvieran que ver con la tendencia natural de los seres vivos a seguir sus propios instintos. Progresivamente el ser humano perdió su instinto natural y fue sustituido por el estudio de la naturaleza. Es en ese momento cuando nació la medicina como práctica más o menos estructurada. La medicina se origina, pues, a partir de un razonamiento sobre el funcionamiento del cuerpo humano que se planteó como consecuencia de la existencia de las enfermedades. Los pueblos pioneros de la medicina clásica fueron China e India en Oriente y Grecia, en Occidente.
Se basa principalmente en la experiencia práctica, por lo que no siempre es posible explicar como funciona con precisión. Incluso en ocasiones es posible que no sean explicaciones rigurosamente científicas, pero sería un error despreciarlas porque todavía no se han encontrado sus fundamentos.
Hoy en día hay técnicas que han retornado y han sido aceptadas incluso desde el punto de vista de la medicina oficial, adoptándolas como complemento a otros tratamientos.
La diferencia fundamental de la Naturopatía con la medicina oficial, es que aquella basa su confianza en la capacidad vital del organismo para regenerarse. Este enfoque de la medicina colabora en este proceso con unos buenos hábitos, principalmente dietéticos, como base para preparar el terreno para la curación y apoyándose en unos elementos auxiliares, con muy pocos efectos secundarios, que nos ofrece la naturaleza. Estos pueden las plantas, el barro, el agua, el sol, aire fresco, etc., que son agentes que producen y ayudan a la vida. Por lo tanto, los métodos usados por el naturismo para vencer la enfermedad son los más idóneos para restaurar y estimular la propia capacidad del cuerpo para recuperarse, ya que se intenta imitar a la propia naturaleza.
Entre las distintas terapias que incluye, compatibles con cualquier otro tipo de medicina, podemos destacar:
- HOMEOPATÍA: Sin ninguna contraindicación ni efectos secundarios, lo que la hace también apta para el tratamiento de enfermedades infantiles. Se basa en el principio de que aquello que produce la enfermedad en dosis infinitesimales puede curarla. Es una terapia no agresiva de grandes resultados.
- FITOTERAPIA: Trata la dolencia con plantas medicinales. Se pueden tomar no solo como plantas simples sino combinadas entre sí o aplicarse de forma tópica como pomada. La utilidad de las plantas es múltiple y muy variada.
- FLORES DE BACH: A base de esencias florales que actúan en la esfera psíquica y emocional. Es un tratamiento muy sutil y delicado, sin contraindicaciones ni efectos secundarios, que ayuda a superar momentos y situaciones difíciles y a trabajar el aspecto del carácter que preocupa a la persona y que puede ser causa potencial de una futura disfunción física. Esta terapia es también útil como camino de autoconocimiento.
- OLIGOTERAPIA: Administra elementos que están en el organismo en cantidades muy pequeñas pero cuyo déficit puede llevar a serios problemas de salud. Los oligoelementos permiten tratar predisposiciones patológicas y corregir trastornos funcionales que, de no ser corregidos, pueden ser origen de enfermedad.
- DIETÉTICA: Además de dietas personalizadas para controlar peso permiten utilizar y combinar los alimentos a fin de aprovechar al máximo sus propiedades nutricionales. Se basa en el principio hipocrático de “que tu alimento sea tu medicina y tu medicina tu alimento”, por ello la buena combinación hace un uso terapéutico de la alimentación a fin de que resulte adecuada en el tratamiento de una determinada enfermedad.